En los últimos años, el término neurodivergencia ha ganado visibilidad, pero todavía existen muchos mitos y confusiones al respecto. A menudo se asocia con trastornos o discapacidades, cuando en realidad es una forma natural de la diversidad humana. En este artículo, exploraremos qué es la neurodivergencia, cuáles son sus características y cómo podemos fomentar una sociedad más inclusiva
¿Qué es la neurodivergencia?
La neurodivergencia es un término que describe la variabilidad en la forma en que el cerebro procesa la información, el aprendizaje, la comunicación y la interacción social. Fue acuñado por la socióloga Judy Singer en los años 90 y se basa en la idea de que no hay una única manera “correcta” de pensar o experimentar el mundo.
Ejemplos de neurodivergencia
Las personas neurodivergentes pueden tener condiciones como:
• Autismo: Diferencias en la comunicación, la percepción sensorial y la interacción social.
• TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad): Dificultades con la concentración, impulsividad y regulación emocional.
• Dislexia: Dificultades en la lectura y la escritura, pero con fortalezas en el pensamiento visual y la creatividad.
• Dispraxia: Problemas con la coordinación motora y la planificación del movimiento.
• Trastornos del procesamiento sensorial: Sensibilidad extrema o falta de respuesta a estímulos sensoriales como ruidos, luces o texturas.
Derribando mitos sobre la neurodivergencia
• Mito 1: “Las personas neurodivergentes tienen discapacidades” → Falso. La neurodivergencia es simplemente una diferencia en el funcionamiento del cerebro. Algunas personas pueden necesitar apoyos, pero eso no significa que tengan una discapacidad.
• Mito 2: “El autismo y el TDAH son enfermedades” → Falso. Son diferencias neurológicas y no enfermedades que deban ser “curadas”.
• Mito 3: “Las personas neurodivergentes no pueden ser exitosas” → Falso. Albert Einstein, Leonardo da Vinci y Greta Thunberg son ejemplos de personas neurodivergentes que han cambiado el mundo.
Celebrando la neurodivergencia
Para construir una sociedad más inclusiva, es importante:
1. Fomentar la aceptación y el respeto en lugar de tratar de cambiar a las personas neurodivergentes.
2. Brindar apoyo en el ámbito educativo y laboral para que puedan desarrollar su potencial.
3. Crear espacios inclusivos donde las diferencias sean vistas como fortalezas, no como limitaciones.
Conclusión
La neurodivergencia es parte de la diversidad humana. Comprenderla y celebrarla nos ayuda a construir un mundo donde todos tengan las mismas oportunidades de crecer y prosperar.
